domingo, 23 de octubre de 2011

Mi mirada cambio hace un tiempo.

Quiero respirar tu aire, rozar tus labios con mi mirada o abrazarte con solo tocarte. Quiero que mis besos sean una droga para ti y que mis sonrisas se conviertan en las tuyas. Pero eso es lo que es, querer y querer. A veces querer no es poder, vamos nunca. ¿Soñar es gratis no? Porque eso es lo que llevo haciendo toda la vida, soñar. No es malo, pero no es suficiente. No es suficiente que las sábanas me abracen y las confunda contigo, aunque si cierro muy fuerte los ojos creo que estás ahí, en el otro lado de la cama preparado para que cuando me despierte asustada me abraces, pero luego suena el despertador y me encuentro sola. Ni siquiera sé dónde estás o si piensas en mí. Me encantaría poder verte todos los días, pero sé que si eso sucediera nunca me atrevería a decirte nada. Por eso hace un tiempo que todos esos sueños son indiferentes, vivo el día a día como si nada pasase, como si no me importaras pero es en los sueños cuando el subconsciente me traicionas y vuelves aparecer.

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