martes, 25 de octubre de 2011

Mil y una página.

Creo que todo el mundo está destinado a estar en el lugar idóneo, a una hora exacta y en un momento determinado. La vida es así, un libro abierto. A veces te aferras a una página que nunca quieres pasar, otras quieres cerrar el libro, que nadie lo vuelva a abrir. Pero hay que ser fuerte, abrirlo y continuar leyendo porque en un capítulo estarás triste, habrá páginas arrugadas y apestosas pero en otras sonreirás y su aroma te llenará de luz al despertar. Esos serán los que recuerdes siempre, esas páginas te ayudaran a seguir, asique aferrarte a ellas cuando quieras cerrar el libro de golpe, porque la vida es dura y muchas veces no es lo que queremos que sea.

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