sábado, 8 de octubre de 2011

Corta todas las cuerdas y déjame caer.

“Corta todas las cuerdas y déjame caer, es sencillo solo te pido eso; deshazte de mis besos, de mi piel y de mis recuerdos, no me tortures más. Déjalo como está, un bonito recuerdo, porque lo fue, uno de los más hermosos, aunque yo lo definiría especial y único, pero recuerdo, te acostumbrarás. Yo llevo toda la vida, y mira que no llevo mucho, aquí viviendo de recuerdos y te aseguro que no es nada malo, simplemente es cogerle el truco saber cuando empieza y termina algo y quedarte con lo bueno, aunque nunca lo consigues, lo malo siempre está presente, rencoroso verdad? Lo se, pero son cosas que no se olvidan. A mi tampoco me gusta que me hagan daño no me gusta que me arañen el corazón, comenzar hablar con una sonrisa y acabar con llanto, cruzarme contigo y no poder evitar mirarte con odio, no me gusta. Pero lo acepto, acepto que sientas ese odio y que me lo repitas mil veces. Lo entiendo, supongo que yo lo he sentido y lo siento por personas, malo? No, normal. ¿Qué es la vida sin odio? Son esos contrarios que se necesitan el uno a otro para existir, amor, odio? ¿Qué es el uno sin el otro? Pero te pido por favor que si alguna vez la vida nos vuelve a juntar que me abraces, que me no digas nada, solo que con tu mirada y tu tacto pueda volver atrás. A veces esa sensación vale más que mil palabras y que mil te quiero, aunque de los tuyos la mayoría fuera mentira. Duro? No, realista. Yo con el paso de los días me he ido dando cuenta, no te sientas mal ahora que te digo esto, sigue. Nunca te canses de correr, aunque de vez en cuando frena así te darás cuenta de quien tienes a tu alrededor si no te volverás a caer con la misma piedra y es que cuando estés a tres kilómetros de ventaja de esa persona te darás cuenta de quien has dejado atrás pero ya es tarde, porque la vida sigue y nunca se para y menos para alguien como tú.”

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